Hoy aprovecho que es uno de esos días de miércoles, gris, lluvioso, ideal para una sopita caliente que nos trae recuerdos de nuestra casa materna y ofrezco un típico y nutritivo plato para sacarte el frío del cuerpo y del alma.
Una añeja tradición para las familias cubanas es
un sabroso caldo, AJIACO o Caldosa que se confecciona incluso
cuando el clima no lo acompañe, por las altas temperaturas que tenemos
casi todo el año. Y si se anuncia la llegada de un frente frío encontramos el pretexto
ideal.
En las fiestas populares y familiares es muy
probable que se acompañe el festejo con el famoso AJIACO CRIOLLO a pesar de la
escasez de sus ingredientes tradicionales. Pero siempre nos las arreglamos para
que sepa bien y “conseguir” mucho de lo que se necesita para hacer esta receta.
Algunos maestros culinarios lo documentan como el PLATO NACIONAL CUBANO. A varias
localidades cubanas se le adjudica El AJIACO como plato autóctono, entre ellas a
la Ciudad de
Camagüey. Y yo, como buena hija de la tierra de Agramonte, lo afirmo.
Rita Aguila